

La transformación digital es el nuevo mantra. Lo digital automatiza, facilita, optimiza, acelera, reduce costes… también provoca disrupciones y, con ellas, la muerte de muchos modelos de negocio. El axioma “transformarse o morir” no es del todo cierto y a veces la muerte es irremediable. En nuestro sector la realidad es confusa.
El negocio, su “filosofía” y objetivos son los mismos, lo que cambian son los canales, y no vale con abrirlos, hay que mantenerlos. Hay que crear estrategias de generación de contenidos y de acciones para los medios, para los clientes, para marketing, para ventas… Hay que alimentar muchos fuegos.
El principal problema es que los clientes deben acompañarnos en esta estrategia basada en la cantidad, la calidad y la inmediatez en un entorno 7×24 y esto requiere recursos. La situación es muy similar en el ámbito del marketing y la publicidad: diversidad, cantidad, interacción…
El desafío es automatizar, incorporar bots, herramientas de inteligencia artificial, de machine learning … que den apoyo cualidades como la creatividad, la genialidad, el oficio, que siguen siendo humanas.