

México es uno de los países más abiertos, dinámicos y con mayor crecimiento de Latinoamérica. Un país que ha mirado, sobre todo, al norte con diferentes propósitos: modernizarse, emigrar y crecer, aprender y emular, atraer inversiones … Un horizonte que puede cambiar, a corto plazo, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU.
México quiere entrar con pleno derecho en el club de los países más avanzados. Es un país rico, con talento y con ganas, pero Trump parece decidido a poner puertas -muros y aranceles- al campo, frustrando las aspiraciones legítimas de los mexicanos.
Estas barreras deben animar a los mexicanos a replantearse su estrategia y pensar en otras vías de crecimiento, desarrollo y colaboración y Europa puede se una buena oportunidad, utilizando España como puente.